Misa de Clausura XX Asamblea General OALA
Por: Itzeel Piña
El día de ayer en nuestra Parroquia del Señor de Esquipulitas tuvo lugar la misa de clausura del XX Asamblea General de OALA (Organización de Agustinos de Latinoamérica), la cual se vivió con gran júbilo y alegría. Los feligreses de Nuestra Parroquia de San Juan Bautista nos sentimos muy orgullosos y felices por haber sido elegidos como sede de este gran encuentro, nuestras voces se unieron en un solo canto, alabando a Dios nuestro Señor.
La misa fue presidida por Monseñor Luis Marín de San Martín, quien a su vez se mostró alegre de ver tan fiel feligresía, y compartiendo con nosotros tres sentimientos que llenaron su corazón. Dijo sentir GRATITUD por compartir con nosotros la eucaristía festejando la pascua del Señor en nuestro santuario, con la familia agustiniana de América Latina. A su vez sentir ADMIRACIÓN, comentando lo siguiente «Lo digo con toda sinceridad (…) hoy siento una profunda admiración por la religiosidad popular que es una gran fuerza en América Latina, una bendición del Señor, yo doy gracias a Dios por la religiosidad popular por esta expresión de Fe del pueblo de Dios” y llamó a defenderla, cuidarla y conservarla. Tercer sentimiento: La ALEGRÍA porque el Señor nos regla su amor y su gracia y nos llama a todos a participar en su obra redentora.
Nos exhortó a siempre estar en dialogo con el Señor, comentando lo siguiente: “En nuestra vida cristiana, en la comunión en cristo eucaristía (…) debemos luchar contra el individualismo, que es una forma de egoísmo pensar sólo en nosotros mismos, no pensar nunca en los demás, no esforzarnos por los demás , solamente egoísticamente hacia nosotros mismos, eso es un signo de muerte , eso no es cristiano, eso nos aleja de Cristo, el individualismo y también otros egoísmos como pude ser el localísmo, reducirnos encerrarnos en una burbuja en nuestros interés egoístas, la iglesia tiene amplios horizontes y también nosotros debemos tener una mirada amplia hacia el mundo, hacia la Iglesia, una mirada de misericordia y de amor”.
Y nos llamó más enérgicamente a no cerrarnos, a NUNCA, NUNCA levantar muros, en nuestra Iglesia, en nuestras parroquias y comunidades, por el contrario nos invitó a construir puentes, a que abramos las puertas de nuestro corazón, de nuestra vida, recordándonos con gran ímpetu que “SI NO HAY COMUNIDAD, NO HAY CRISTO”.
Concluyendo pidiéndole a Nuestro Señor de Esquipulitas “que nos proteja, que nos acompañe y que nos bendiga en este camino de la vida que recorremos juntos en este tiempo de esperanza”.